El Barcelona ha decidido que la vaca sagrada que deberá poner a la venta el próximo verano para hacer caja y sanear las cuentas sea Antoine Griezmann.
La idea del club es que el PSG o la Juventus, incluso algún club inglés pueda pagar una importante suma por el ariete francés. Con dicha venta, el club catalán podría afrontar el fichaje de Lautaro Martínez o Neymar.
Desde la directiva del club han dado el visto bueno al adiós del atacante francés, que además sería el que menos apoyo tendría por parte de los pesos pesados del vestuario.
Griezmann, que llegó como refuerzo estrella el pasado verano por 120 millones de euros procedente del Atlético de Madrid, no ha conseguido rendir según lo esperado. Ahora, su futuro parece lejos del Camp Nou, y es que será la moneda de cambio para cerrar otros refuerzos.