A menos de 48 horas para el cierre del mercado de fichajes de invierno, el Tottenham todavía no ha dicho la última palabra sobre la llegada de Gareth Bale.
Varios emisarios del club londinense se han reunido en las últimas horas con el agente del galés, Jonathan Barnett y con dirigentes del Real Madrid, por lo que aunque se trata de una operación compleja, los Spurs no pierden la esperanza de hacerse con el fichaje bomba de este mes de enero.
Mourinho está convencido que puede recuperar al extremo y además, que les puede ayudar a mejorar, por lo que ha dado el visto bueno a su llegada. Bale, cada día más alejado de la plantilla blanca y de Zidane, no vería mal volver al equipo que lo lanzó al estrellato, pero claro, su elevada ficha es el mayor de los inconvenientes.
El Real Madrid facilitará todo lo que pueda la salida del galés, incluyendo una rebaja drástica en su precio de venta, pero mientras el jugador no acepte rebajar su salario la situación se antoja complicada.