Pensando en la próxima temporada, el Barcelona tiene varios frentes abiertos aunque sus prioridades son buscar un recambio para Luis Suárez y conseguir un nuevo central de garantías.
En el apartado de la delantera, Lautaro se posiciona como el gran favorito, mientras que para la zaga cobra fuerza el nombre de Koundé. El problema es que no parece posible sumar también a Neymar, al que el PSG dejaría salir por 150 millones de euros.
El fichaje del ariete del Inter tendría un coste mínimo de 110 millones de euros, a los que habría que sumar los 40 como mínimo que costaría el defensa del Sevilla. Con los dos ya serían 150 millones de gasto, a los que habría que sumar 150 más de Neymar, petición de Messi y que podría complicar las cuentas al club de asumirlo.
Solamente vendiendo un gran número de efectivos se podría llevar a cabo las tres operaciones, pero es que de salir varios futbolistas, algunos tendrá que ser reemplazados, por lo que el gasto será aún mayor.
Las cuentas no salen y Bartomeu sigue sin encontrar soluciones. La salida de la directora financiera, Montserrat Font que dimitió de su cargo recientemente, vendrían en relación a un excesivo gasto de los dirigentes y a un plan económico inviable.