El banquillo del Barcelona está que arde y es que nadie ahora mismo podría asegurar que Quique Setién acabará la temporada.
La tensión es más que tensa, y es que los pesos pesados del equipo azulgrana se han negado a trabajar y recibir órdenes de Eder Sarabia, incluso se habla de que habrían pedido la cabeza del segundo míster a la directiva de Bartomeu.
La situación no viene de ahora, sino desde mucho tiempo atrás, y es que las formas de Sarabia no gustan, lo que sumado a que el cántabro tampoco está atendiendo a las disposiciones tácticas que más favorecen al juego ofensivo, ha hecho saltar las alarmas y ha puesto a jugadores como Messi o Suárez en contra.
El Barcelona trabaja para cerrar a Xavi Hernández, como hemos adelantado esta mañana, pero este nunca llegaría hasta después de finalizar el presente curso. Ahora mismo, Bartomeu tiene una patata caliente entre manos que podría llegar a explotarle en la cara.
Setién, por su parte, está dispuesto a seguir pero con condiciones, Sarabia seguirá igual, para algo es el segundo entrenador, y no exigirá que los jugadores le digan como tiene que hacer su trabajo. Sin duda, un polvorín que nadie sabe cuanto tiempo aguantará sin estallar.