Pese a haber estado cerca de poner fin a su etapa en el FC Barcelona, tras diferentes problemas relacionados con su vida extradeportiva y después de un bajo rendimiento acompañado de numerosas lesiones, Ousmane Dembélé apunta al futuro con optimismo.
Los problemas físicos han remitido y el jugador comienza a sentirse importante, algo que refleja sobre el terreno de juego. Después de valorar que todo lo que no sea su continuidad sería un mal negocio, tanto el club catalán como el extremo francés apuntan a una extensión de contrato.
La renovación es la mejor solución para ambos y es que visto lo visto en los últimos partidos, el atacante es uno de los efectivos más destacados del plantel de Koeman. Teniendo en cuenta que su vinculación finaliza en 2022, una vez se establezca Laporta en el cargo como presidente, se iniciarán conversaciones con el entorno del futbolista para ampliar su contrato.
La idea sería asegurar su continuidad otros tres años más, hasta 2025, manteniendo su actual ficha. Alemany ha dado el ok y parece que desde el lado del jugador tampoco habrá problema, por lo que si todo marcha bien habrá nuevo trato antes de finalizar el presente curso, y es que se trata de evitar cualquier posible oferta en el mercado estival.